sábado, 4 de febrero de 2012

NIÑOS MALOS

    

      "Mamá, todos los niños de clase piensan que soy mala"
      "¿Por qué dices eso? ¿te lo ha dicho algún niño?   
      "No, pero ¡¡¡¡¡LO PIENSAN!!!!!"
      " Tú no eres mala, cariño"
      "Sí, soy mala"
       " ¿Por qué lo dices?
      "Porque el otro día me solté del trenecito cuando íbamos a clase"
      "Por favor, ¡eso es una tontería, hija! Es cierto que no te tienes que separar del trenecito, pero no es algo taaaaaan importante.
      "Lo piensan, mamá, lo piensan. Un día tienes que entrar en mi clase y decirles a todos que yo soy buena"


     Los niños van aprendiendo los conceptos complejos basándose en la búsqueda de contrarios, de dicotomías que dan sentido general al concepto. Por ejemplo, adquieren el concepto general de cantidad a través de la diferencia entre mucho y poco; el concepto de tamaño a través de grande y pequeño (un tiempo después aparecerá el mediano); el concepto de belleza, más avanzado, a partir de bonito y feo.
      Todo es sencillo en sus cabezas chiquitinas. O blanco o negro, o BIEN o MAL. Y, un día, cuando ya empiezan a dominar el lenguaje, nos damos cuenta de que dividen a las personas, animales e, incluso, objetos, en dos grupos: LOS BUENOS Y LOS MALOS. Mi hija, de hecho, tiene clarísimo cuáles son los niños "buenos" de su clase y cuáles son los "malos". Los recita en un listado que tiene aprendido, grabado a fuego. No es imitación, estoy segura de que no ha escuchado a su profesora nada de eso; pero es la simple tendencia natural a la clasificación; y, cuando son pequeños, las clasificaciones son extremistas, les cuesta observar los matices.


      A mí me pone de los nervios cuando califica a algún niño como malo, pero es que mi hija llega un pasito más allá: ella es mala, está en el grupo de los malos. "¿Y por qué dices eso, por qué? tú no eres mala".
     Me parece grave que tenga ese autoconcepto, y me parece grave que piense que un niño que un día ha cometido un error es un niño MALO. Es algo sobre lo que medito mucho: ¿cómo hacer que en su cabeza sencilla entren los matices y que deje de utilizar esos adjetivos para referirse a otros niños?


      Últimamente estoy usando una fórmula: le explico que todos los niños del mundo, todos, absolutamente todos, tienen que mejorar y aprender. Lo que pasa es que unos tienen que mejorar en unas cosas y otros en otras. Por ejemplo, su amiguito Nacho, que es tan inquieto y que siempre incluye en la lista de los "malos", todos los días le da un gran abrazo cuando la ve, y eso a ella le hace sentirse muy bien ("¿verdad que sí?"); quizás otros niños que aceptan y cumplen mejor las normas de la clase tienen más dificultades para demostrar sus sentimientos, por ejemplo.

      Creo que esto lo va asimilando; poco a poco. Entender que entre "bueno" y "malo" hay  un mundo de variedades es algo complejo. Pero aún lo es más ponerse en el lugar del otro, comprender que si a mí no me gusta que me digan que soy mala a los demás tampoco les gusta que yo lo diga de ellos. Eso ya es de nivel avanzado.

      Así que, como les cuesta tanto imaginarse cómo se siente el "niño malo", los peques tienen una crueldad impresionante, natural, visceral. Los niños pequeños son crueles, sí, y es nuestra responsabilidad enseñarles, ayudarles a aprender. ¡Qué complicado!



 
   


   

5 comentarios:

  1. ¡Cada vez me gusta más y más leerte! ¡Estás que te sales!
    Me resulta sencillo llegar a la idea base que quieres transmitir, idea siempre muy lógica y pensada en positivo, y además va acompañada de una argumentación totalmente didáctica que la refuerza.
    Estoy totalmente de acuerdo con esa tarea como padres y educadores de reforzar la autoestima de nuestros hijos. Yo constantemente le digo lo orgullosa que estoy con cada pequeña cosita que hace o dice (probablemente resulte más que cansina, pero seguro que a cansancio y repetición le ayudo a quererse y valorarse) Si por algo somos felices es por lo que somos y cómo nos vemos a nosotros mismos, y así, la percepción ajena resulta más objetiva y no nos influirá tanto...
    Por otro lado, la vida es más bonita si de ante mano creemos que "el otro" es bueno... ¡ya habrá tiempo de descubrir el lado oscuro de las cosas! Pero sobre todo, que los niños crezcan en positivo, me parece fundamental.

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    1. Gracias, Débora! a mí cada día me cuesta más escribir, estoy con menos ganas y menos tiempo...tendrá algo que ver? jajajaja.

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  2. Yo le digo a mi hija que ninguna persona es buena o mala.. que a veces hacemos cosas que a los demás no les gusta o que les hace daño y otras veces hacemos cosas que a los demás les gusta. Creo que esto de ser un niño bueno o mal lo parender de oirlo.. quizá no en casa pero lo cierto es que es algo muy extendido ¿has sido un niño bueno?, ¡eso no se hace, eres un niño malo! Por lo menos esa es mi percepción. Hace poco escribí sobre el tema, te dejo el link por si te apetece leer http://conojosdemadre.blogspot.com/2012/01/el-bien-y-el-mal.html

    Un besote!

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    1. Sí, Carol, yo también percibo eso mismo, y no me gusta nada. Me apunto tu argumentación sobre las cosas que hacen daño a los demás o que les gustan a los demás. Todavía no consigo hacerle salir a mi hija de esa clasificación tan pobre de las personas en "buenos" y "malos".
      Un abrazo!

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  3. vaya kym. Tu peque descubriendo el mundo. Sí, es difícil y a medida que crecen se encuentran con nuevos obstáculos. Por eso yo me vuelvo tan tozuda con eso de la atuoestima y como se consigue eso con mucho amor y mucha paciencia. un besito y mis mejores deseos para una feliz semana¡¡. Silvia

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