miércoles, 2 de mayo de 2012

AQUÍ ESTOY YO

   


      Hola a todos, me presento. Soy ...... y, ¿veis?, también sé decir mi nombre. Eso es ser grande.


      No soy un bebé, no. Quizás hace unos pocos meses lo era, pero eso quedó atrás. Soy un YO mayúsculo, y un  YO nunca puede ser un bebé. No. Porque yo soy independiente, no necesito a nadie. Soy ese personaje del espejo, que lo sé yo; ése de mirada seductora, tan gracioso con los gorritos de los disfraces de Mayor. Y, si os fijáis, sé poner caras (mis horas delante del espejo me ha costado) y vosotros os creéis mis caras; eso también es ser grande.


      Sé correr casi tan rápido como Mayor, trepar, subir y bajar escaleras, tirarme por el tobogán. Soy uno más en el parque, y ya nadie dice: "mira ese bebé". Ahora dicen: "mira ese niño". Sí, sí, y yo me hago el interesante.


      Aquí estoy, como un Rey, sentado en las piernas de mi Papá. ¿Conocéis a mi Papá? él no es muy hábil para cambiar pañales, pero es absolutamente genial para todo lo demás. Yo voy a ser como él. Así que fijaos en lo guay que es mi Papá, porque así voy a ser yo, ¿ya lo había dicho?


      Mi Mamá es la que me está mirando mientras sonríe. He de reconocer que con ella me gusta ser aún un bebé, pero lo hago sobre todo por ella, no os creáis. A Mamá le gusta mimosearme y darme muchos besitos. A los niños grandes como yo también nos gustan a veces esas cosas; pero un ratito sólo, luego tenemos que salir corriendo a ocuparnos de nuestros asuntos.


      Mayor es mi hermana. Ésa que está sentada en la mesa dibujando y que parece que no me está mirando (pero sí que me está mirando, que yo lo sé). Es Mayor, y con eso está dicho todo. A ella le gusta que yo ahora sea también un niño. Estoy tremendamente, infinitamente orgullosísimo de jugar a juegos de niños mayores con Mayor. Yo puedo hacer todo lo que ella hace. Si ella se cae al suelo, yo también me caigo; si ella se enfada, yo también me enfado; si ella pinta, yo también pinto. Me gusta estar con Mayor, y eso también es ser grande.


      Aquí estoy, sentado en las rodillas de Papá. Y ahora os voy a demostrar una vez más lo grande que soy:
"Galleta". Ale, ya está, Papá me da una de las galletas que hay en la mesa. SOY GRANDE.


      En unos días cumpliré 16 meses. Me gusta descubrirme a mí mismo, me gusta ser YO.

4 comentarios:

  1. Qué bonitaaaaa, qué bonitaaaaaa! Mira, aunque te eché mucho de menos, he de reconocer que te sentó genial la ausencia para llenarte de inspiración (que ya la tenías) pero supongo que para adornarla con ese encanto único que te avala...
    Me encanta cómo lo has contado, porque podía sentir a pequeño, a mayor, a papá y a mamá!
    Creo que todos sois muy afortunados por tener a pequeño entre vosotros, y a mayor! Y los unos a los otros! Se ve el amor, se ve y cala...
    Besitos mil!

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    1. Gracias por tus palabras, Débora. Me alegro de que te guste leerme. No sé si me sentó bien o mal el descanso, pero realmente es que no hubo elección. Y no sólo por falta de tiempo, si no porque a veces se me ocurren temas para escribir pero me falta la chispa para plasmarlos.
      Un fuerte abrazo!

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  2. Un relato que demuestra una gran empatía con tu hijo, sabes ponerte en su piel y lo comprendes, sientes sus emociones, sus necesidades y esa es la base para saber educarle, luego hay que ir al recetario para saber cómo, pero es otra parte.
    Un relato sencillo, fresco, como apunta Débora con AMOR.

    Besotes.

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    1. Gracias por pasar siempre por esta casa, Mar. Un abrazo fuerte!

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