lunes, 21 de noviembre de 2011

DESARROLLO DE LA MOTRICIDAD GRUESA- PRIMER AÑO DE VIDA



Después de tanta "paja" me parece interesante tratar otro tema que nos puede interesar a todos/as: el desarrollo motriz de los bebés, desde que nacen hasta que, aproximadamente, empiezan a caminar por sí solos. No voy a hacer ninguna tesis sobre el tema, porque no estoy capacitada y porque no me parece el lugar adecuado: existen un montón de libros perfectos para informarse científicamente. Sólo me gustaría plantear la reflexión sobre cómo ayudar o estimular a nuestros bebés.


Cuando llegamos a casa con nuestro bebé recién nacido no nos podemos imaginar que algún día vaya a ser un niño que nos hable, que venga corriendo hacia nosotros, que se interese por ciertos temas...¡nos parece de locos! sobre todo si es nuestro primer hijo. Y es que realmente es una locura, el desarrollo de los niños es tan rápido que cuesta creerlo. A las pocas semanas ese bebé que estamos empezando a conocer, nos regala una sonrisa, y la cara se nos llena de lágrimas. Y sólo en unos cuantos meses lo tenemos sentado, luego gateando, dando pasitos, diciendo sus primeras palabras, creciendo a un ritmo impresionante. El primer año de vida quizás es el más impactante en lo que a cambios se refiere, a cambios físicos. El segundo año de vida, con la explosión del lenguaje, me parece, si cabe, más impresionante aún, pero el caso es que ahí ya estamos acostumbrados a los cambios brutales, y nos abruma menos.
Pero durante el primer año nos cuentan tantas versiones diferentes sobre qué hacer con el bebé, cómo estimularle, que nos sentimos perdidos con frecuencia.








1.- En primer lugar, opino que lo más importante es respetar el ritmo de cada niño. Todos sabemos que unos niños empiezan a caminar solos a los 9 meses y otros alargan ese momento hasta el año y medio o incluso más. Las comparaciones son normales y, probablemente, seremos nosotros mismos los que las hagamos. No es malo comparar para comentar, pero hay personas que se agobian en exceso y que sufren, sí, sufren, porque el hijo del vecino ha empezado a gatear y el suyo aún no lo hace. Bueno, pues aconsejo tranquilidad, calma y disfrute. El hecho de que un niño empiece a caminar antes no significa nada, pero nada de nada. No quiere decir que sea más listo, ni que vaya a ser mejor deportista, ni que sus papás hayan sabido estimularle mejor. Simplemente es una cuestión de maduración neuronal. Como curiosidad, os puedo contar que no existe correlación entre la edad en la que un niño se lanza a caminar y su nivel de inteligencia posterior, medida en CI mediante tests de inteligencia. (Ja! y sobre la inteligencia también habría que hablar largo y tendido, porque: ¿qué es la inteligencia? el que me lo pueda explicar bien, bien, se lleva un premio). Así que simplemente debemos acompañar al niño durante el descubrimimento de sus posibilidades motrices y, paralelamente, su descubrimiento del mundo.










2.- Otro apunte. A veces vemos a bebés chiquititos sentados, que se sujetan de pie solitos, o caminando, y oimos a personas que dicen a sus papás: no le fuerces, por favor, no está en edad de hacer eso!". Más allá del hecho de que siempre hay alguien que tiene algo que decir u opinar sobre lo que hacen los demás, sobre todo sobre cómo ejercen de padres, hay que decir que esta frase tiene algo de cierta. Pero sólo algo. Un bebé que se sienta solo, sin que nadie le sujete, está preparado para hacerlo; un bebé que camina solo, lo hace porque ha llegado su momento. Diferente es que nosotros le forcemos a sentarse solo, que nos obsesionemos por que lo haga y lo tengamos en esa postura, rodeado de almohadones, durante horas; o que nos empeñemos en llevar de las manitas caminando durante mucho rato a un bebé que no sabe ponerse solito aún de pie. Hay que saber observar los signos:


- Sentarse: el bebé empieza a incorporar la cabecita cuando está semisentado en la hamaca o en el huevito. Cuando lo sostenemos en brazos le gusta estar incorporado, como sentadito. Quizás entonces ha llegado el momento de sentarlo apoyado en una superficie firme, y no alta, con un almohadón detrás, pero nunca durante demasiado tiempo. Poco a poco él solo se irá despegando del almohadón, y un día nos dará la gran sorpresa de que si le dejamos sentado se queda solito durante mucho tiempo. Si sólo aguanta unos segundos podemos ponerlo sentado, pero cuando se haya caído (normalmente de lado o hacia delante) un par de veces, lo cogemos y no le volvemos a poner en esa posición durante un largo periodo de tiempo. Un bebé que tiene su columna preparada para sujetar su peso podrá estar durante media hora sentado sin caerse. ¡Y esto sucede de un día para otro! ¿es o no magia?


- Estar de pie. Hay bebés que pueden sujetar su peso de pie, agarrados de la mano de sus papás, cuando son muy chiquititos. Pueden hacerlo, sí, pero no lo hacen solos. Así que, de nuevo, hay que decir que si no lo hacen solos es porque su columna no está preparada para sujetar ese peso. No pasa nada por que esté así unos minutos al día, tampoco hay que ser tan estrictos, pero no conviene forzar esa postura. Normalmente se ponen de pie por primera vez agarrándose de los barrotes de la cuna, o irguiéndose con las manos apoyadas en un taburete. Cuando eso pasa el bebé ya está preparado. Por fín podemos destrozarnos los riñones cogiéndole de las dos manos y, quizás, aprenda a dar sus primeros pasitos. También puede ser que esos primeros pasos los dé empujando una silla o rodeando una mesa. Y ahora viene la eterna duda: ¿andador o no? Personalmente no estoy a favor de utilizar andadores. Mucha gente dice, para defenderlos, que de esta forma aprenden a caminar antes (¿qué prisa tienes?). La principal razón por la que no defiendo el andador la daré más adelante.


- Gatear. Gatear significa independencia, para los papás y para el bebé, significa descubrir el mundo y, sobre todo, significa coordinación. Es muy complicado coordinar manos y pies para desplazarse gateando, así que el gateo lleva consigo una gran estimulación neuronal para los bebés. No todos los bebés gatean, y tampoco hay que preocuparse por ello. Algunos pasan directamente a caminar, otros reptan o se desplazan sentados. Cada niño tiene su estilo motor, y hay que respetarlo. Pero tampoco llevemos las cosas al extremo aqui: he escuchado a padres que prefieren que sus hijos no gateen porque así "empezarán a caminar antes". De nuevo digo: ¿qué prisa tienes?


- Caminar. ¿Cuándo decimos que un bebé camina solo? ¿cuando da sus primeros pasos suelto o cuando está todo el tiempo caminando a su aire? Yo diría que un bebé camina cuando sabe hacerlo, es decir, cuando empieza a dar sus primeros pasos suelto. Otra cosa es que le tenga miedo y no quiera soltarse de la mano de un adulto, o que aún sabiendo andar, prefiera todavía ir muchas veces a los sitios gateando. Pero su cuerpo tiene el equilibrio, la estabilidad y la coordinación suficiente para andar. Muchos padres, como ya he expuesto :), tienen prisa por ver caminar a sus hijos, y se preguntan qué hacer para estimularlos y que lo hagan cuanto antes. Hay que dar la razón a esos padres en que, desde luego, ver a un hijo soltarse y andar por sí mismo es uno de los acontecimimentos más emocionantes que podemos vivir. A veces somos nosotros con nuestras ansias los que retrasamos ese momento. Si les forzamos e hiperestimulamos antes de tiempo es probable que se lleven alguna caída desagradable que haga que les entre miedo. Probablemente un día nos sorprendan dando dos o tres pasitos solos, mientras nosotros nos quedamos con cara de incredulidad, y ahí es cuando podemos empezar a "jugar" con ellos y hacer que se vayan soltando sin que se den casi cuenta. El típico pasar de los brazos de papá a los de mamá o darle a la abuelita la flor...cosas sencillas sin que se nos vea demasiado "el plumero" de que lo único que queremos es verles andar.


3.- Propongo que veamos a los bebés como pequeños conquistadores. Durante los primeros meses se relacionan con el mundo desde la cuna, desde la hamaca o desde los brazos de sus padres; sus experiencias son muy ricas: mamá me coge, papá me da un beso, me limpian el culete y me quedo a gusto, me dan de comer y tengo la barriguita caliente, etc. Todo esto es importantísimo para su desarrollo, pero imaginaros el gran cambio que da un bebé cuando pasa de estar así a poder moverse y ver más allá. Me río de Colón cuando vio América por primera vez: ¡eso no es nada comparado con el mundo que se abre a las puertas de un bebé! Y sus neuronitas empiezan a hacer sinapsis como locas, con todo lo que va descubriendo. Así que la estimulación debe tener como objetivo crear el mayor número de experiencias ricas y novedosas; no es que queramos que el bebé gatee a los 5 meses, es que queremos que a los 5 meses tenga unas experiencias adecuadas y acordes con sus patrones de desarrollo propios: debemos aprovechar la plasticidad increible que tiene el sistema nervioso de los bebés. ¿Y cómo conseguir esa estimulación adecuada? Desde el punto de vista motor yo creo que las claves son:


- Liberar el suelo, como espacio base de los descubrimimentos de nuestro pequeño explorador. Desde que empieza a sentarse solito le podemos dejar en el suelo, rodeado de juguetes, y ahí es donde mejor está a partir de ese momento, con el entorno libre de peligros y con la adecuada supervisión, obviamente. Aprovechemos las diferentes superficies para transmitirle diferentes sensaciones táctiles: el césped, el calorcito del parqué, el frío de la cerámica, etc. Los suelos especiales para bebés por supuesto que están muy bien, pero no les limitemos las experiencias. En el suelo es donde los bebés aprenderán a manejarse y se harán cada vez más independientes, al tiempo que medirán sus fuerzas y aprenderán, por ejemplo, a caerse sin hacerse daño. Y aqui es donde explico por qué no estoy a favor de los andadores; bueno, casi que no lo explico, porque creo que mi punto de vista está bastante claro :)
- Darles autonomía. Bueno, toda la autonomía que puede tener un bebé de meses; aunque, os aseguro, ya es bastante. Es fundamental jugar con ellos, pero también es imprescindibles dejarles experimentar a su manera. "Su manera" puede ser golpear el suelo con el juguete doscientas veces, olvidándose de que es un juguete muy caro del que salen unos conejitos bailando cuando pulsas un interruptor. Pues, bueno, ¡dejémosle experimentar! Y dejémosle que se caiga también, no le va a pasar nada grave si está en el suelo con un entorno cuidado y, además, nos tiene a nosotros cerca.

2 comentarios:

  1. Hola Kim, gracias por tu apoyo y seguimiento al túnel del hada. Te animo a seguir adelante con tu blog, lo tendré en cuenta. A mi me resulta muy gratificante escribir en él. Un saludo. silvia

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias, Silvia! Eres la primera persona que comenta por aqui, así que ¡ya te puedes imaginar qué ilusión me ha hecho! Soy totalmente nueva en esto, y todavía no he leído los suficientes blogs, aunque estoy poco a poco entrando en "vuestro" mundo. Me ha parecido muy interesante tu blog, por eso lo apoyo desde aqui. Saludos y gracias de nuevo.

    ResponderEliminar

Entradas populares